El presidente electo de la ODUCAL, P. Anderson Antonio Pedroso, quiere agradecer la participación de cada uno de los rectores, vicerrectores y representantes de universidades que estuvieron presentes, así como la participación de organizaciones como el CELAM y la FIUC. Pronto se celebrará la Asamblea General de la FIUC en la UNIVA, Guadalajara, donde participarán todas las universidades católicas del mundo y cuyo rector, P. Francisco Ramirez, será anfitrión.
Compartimos un mensaje del presidente a los participantes de la XXI Asamblea General Ordinaria celebrada en República Dominicana.
Estimados amigos
Una vez más, me gustaría agradecer a todos por la acogida que he recibido. Al final de esta XXI asamblea ODUCAL, reafirmamos el papel transformador de la universidad católica en la vida de los pueblos, como promotora del diálogo intercultural, de opción por los empobrecidos y los más vulnerables, y por la cultura del encuentro.
En momentos como este, somos invitados a renovar nuestro compromiso recordando nuestra identidad y misión. La actividad académica y la vida intelectual nos ayudan a ser personas más habitadas por preguntas que por respuestas listas. Así, pensando en nuestra identidad y misión, me gustaría traer preguntas: ¿quiénes somos? ¿Hacia dónde vamos? ¿y cómo vamos? Hay dos imágenes importantes que pueden ayudarnos a encontrar algunas respuestas o indicaciones, que con fuerza nos ayuden a caminar juntos: la de la comunidad y la de la orquesta.
Comunidad: somos universidades católicas, una comunidad al servicio de la evangelización de la sociedad. Si la dimensión institucional ha sido muchas veces fuente de mala comprensión, la universidad gusta de comprenderse como comunidad académica. Es una perspectiva importante. ¿Pero no es suficiente para comprender la sociedad que queremos evangelizar? No es un club. El club es la unión de fuerzas. Nos trae alegrías, pero también preocupación. Los brasileños tienen muchas alegrías, pero también sufren mucho por sus clubes de fútbol… Pero, la comunidad no es un club, pues no se trata de la unión de fuerzas. Al contrario, la comunidad es el espacio de renuncia de cada uno de nosotros. Así, cada vez que nos disponemos a servir con la donación de sí mismos, renunciando a nuestros intereses personales, nuestro tiempo, nuestras energías, abrimos espacio para que nazca o se configure una comunidad. Así son nuestras comunidades universitarias y nuestra organización de universidades católicas de América Latina. La iglesia es comunidad de comunidades. En ese sentido. Y las universidades católicas nacen del corazón de la iglesia (Ex corde ecclesiae). En un mundo dividido y con opuestos, reafirmamos ODUCAL como un lugar para reafirmar la cultura de comunidad.
Orquesta: nuestra experiencia de encuentro, nos hace entender a ODUCAL a partir de su diversidad. Así, la pregunta es respecto a la gestión de ODUCAL: compartida, en espíritu de servicio, en ese sentido, podemos pensar en la imagen de la orquesta.
Así, nos gustaría dar continuidad al trabajo realizado por los antiguos presidentes y vicepresidentes, a través de lo que me gusta llamar “autonomías orquestadas”. Conservamos nuestras autonomías, mientras universidades, pero actuamos orquestadamente. Sí, podemos pensar en ODUCAL como una gran orquesta. Cada universidad es un conjunto de instrumentos. Tiene su personalidad y su historia. Tiene su talento e importancia. Como un instrumento que si no está presente, hace falta y empobrece la orquesta. ¿Qué podemos hacer? Primero, conocernos más. Segundo, afinarnos. Tercero, caminar juntos (sinodalidad).
Creo que todos ya estuvimos en una presentación de orquesta. Al inicio de cada presentación sucede algo importante: uno de los instrumentistas da la nota. Inmediatamente todos los demás instrumentos se afinan… Entonces, se puede tocar juntos. Se trata de un a priori: la unidad. Así, necesitamos actuar: a partir de la unidad, que no se confunde con uniformidad.
Invito a todos a estar unidos para promover un proyecto ODUCAL, inspirado en el Pacto Educativo Global, con estilo de “universidades en salida”: que van al encuentro de las personas, de los grandes desafíos del mundo y de las historias personales de estudiantes que nos conmueven por su recorrido tan marcado por dificultades y sufrimientos. No olvidemos sus rostros. A 10 años de Laudato si, nuestras universidades, unidas, en comunidad ODUCAL, tenemos aliento para asumir esta misión que va del desafío climático al compromiso con los más empobrecidos, a través del compromiso con la justicia socioambiental. También tenemos una función política, en el mejor sentido de la palabra: defenderemos la democracia, la libertad de cátedra, la ciencia centrada en el ser humano bajo la perspectiva de una ecología integral.
La categoría de la experiencia es fundamental. Tenemos experiencias extraordinarias. Las redes son la expresión de intercambios que enriquecen. En red nos sentimos escuchados, comprometidos y valorados como protagonistas de la misión. Quiero así, animar el trabajo de las redes: que podamos crecer en ese sentido.
El Presidente, junto con los vicepresidentes, siempre en comunión, quieren ser los que ayudan a afinarnos o a partir de la unidad. ¿Quién da la nota? ¡El Espíritu de Dios! Escuchemos. Él nos convoca en comunidad, promoviendo la unidad, y dispuestos a transformar la realidad.