Las universidades pertenecientes a la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL) y a la Association of Jesuit Colleges and Universities en Estados Unidos y Canadá (AJCU) demandamos la restauración de la Universidad Centroamericana en Nicaragua (UCA), a un año de la injusta incautación que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo llevó a cabo como medida de represión contra esa casa de estudios. Asimismo, reafirmamos nuestra inconformidad por la unilateral cancelación de la personería jurídica de la Compañía de Jesús en Nicaragua, efectuada el 16 de agosto de 2023.
La incautación de los bienes inmuebles y las cuentas bancarias de la UCA Nicaragua fue ordenada por el Décimo Distrito Penal de Audiencias, Circunscripción Managua, que calumnió a la universidad al calificarla como un “centro de terrorismo”. Le imputó haber “traicionado la confianza del pueblo nicaragüense” y “haber transgredido el orden constitucional, el orden jurídico y el ordenamiento que rige a las Instituciones de Educación Superior del País”. Posteriormente, el 17 de agosto, el Consejo Nacional de Universidades canceló su autorización de funcionamiento.
Estas acciones culminaron el hostigamiento de que había sido objeto la UCA Nicaragua, al igual que más de tres mil organizaciones de la sociedad civil en Nicaragua y de la Iglesia católica, cuya personalidad jurídica fue cancelada por el gobierno. Tal represión tiene su motivo más evidente en la denuncia que hizo la UCA Nicaragua de hechos que fueron calificados como crímenes de lesa humanidad por parte del Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua, de la Organización de las Naciones Unidas. Tras esta denuncia, integrantes de la UCA fueron víctimas de múltiples y progresivas agresiones desde 2018, cuando 355 personas murieron como resultado de la represión gubernamental a las manifestaciones ciudadanas que exigían la dimisión de Ortega.